jueves, 20 de agosto de 2009

Del rock'on roll a la nunciatura apostólica



Era la fiesta de los rebeldes.
Pero yo no juzgaba a estos jóvenes.
Hemos intentado meternos en su mundo, comprenderlos…,
eran jóvenes heridos,

afirma Andrzey Madej, un oblato polaco, misionero en Turkmenisán.


Se celebraba cada año el Festival de Música Rock en Polonia, Rock Music Festival. Yo me dije: “Se concentran unos 20.000 jóvenes. ¿Cómo no estamos nosotros presentes ahí?” Con mis amigos, jóvenes oblatos y laicos jóvenes, participamos durante varios años y hemos testimoniado el Evangelio entre esos músicos y sus fans. He constatado que era una fiesta de jóvenes en rebeldía. Era la fiesta de los rebeldes, como yo decía. Pero yo no juzgaba a estos jóvenes. Hemos intentado meternos en su mundo, comprenderlos, y nos hemos dado cuenta de que eran jóvenes heridos, que carecían de amor en la familia, que estaban esperando a que alguien les dijera: “¡Dios te ama!” Es el kerigma, el mensaje más elemental de nuestra fe.
Y hemos visto los frutos, frutos incluso de conversión. Algunos se confesaron, otros nos pedían simplemente dialogar, compartir con nosotros su vida. Hubo quien nos contó con sinceridad por qué se había levantado en rebelión.
Rompí moldes clericales. Yo no vestía bien, iba con la mochila a cuestas, siempre con los jóvenes, en acampadas, bajo la tienda, sin domicilio fijo, siempre viajando… Me di cuenta que lo más importante no era ir elegantemente vestido, limpio. Así me sentía más cercano a esa gente. De este modo intentaba comunicarles el sentido de mi vida, que se centraba en el Evangelio, en Jesucristo.

Nuestra casa, la Nunciatura,

es el punto de encuentro de culturas y religiones.
Una gran ocasión para fomentar
la fraternidad universal.

- Y ahora en Turkmenistán, país mayoritariamente musulmán.

Vuestra labor específicamente misionera, ¿en qué consiste?

Estamos presentes sólo dos Oblatos. Somos los únicos sacerdotes en todo el país. Nosotros allí oficialmente somos los representantes de la Santa Sede. Tenemos pasaporte diplomático del Vaticano. Dentro de nuestra Nunciatura tenemos una capilla que está abierta todo el día y la gente que quiera puede venir a rezar con nosotros.
Yo formo parte del cuerpo diplomático. Es mi cruz, pues tengo que asistir a todas las recepciones. A mis amigos les digo: “¡Qué cruz, qué cruz!” Pero esto me da la oportunidad de asistir a bodas y banquetes hasta dos o tres veces por semana. Soy el más antiguo del cuerpo diplomático, pues llevo allí 12 años, mientras que los otros permanecen dos o tres años solamente. Procuro ser fiel a esas citas y esto me da la oportunidad de entablar relaciones y amistades. Tenemos muchas visitas en casa. No todos vienen por motivos estrictamente religiosos. Nos visitan amigos, familias. Nuestra casa, la Nunciatura, es el punto de encuentro de culturas y religiones. Es una gran ocasión para fomentar los valores del Reino, esperando que todo esto sirva para la paz entre los pueblos y fomente la fraternidad universal.

(Extracto de una entrevista de inminente publicación en MISIONEROS TERCER MILENIO)




La Postulación General OMI es un servicio de la Admón. Gral. de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada: http://www.omiworld.org/Default.asp?L=3
Objetivo: promover las Causas de Canonización.