martes, 20 de mayo de 2008

¿Mons. Hurely hacia los altares?



¿Quien era Mons. Hurley?


Denis Eugene Hurley (* 9 de noviembre de 1915, + 13 de febrero de 2004) nació en la Ciudad del Cabo (Sudáfrica), pasando unos años en la isla de Robben donde su padre estaba de encargado del faro.
Ingresó en la Congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada en 1931 y al año siguiente fue enviado a Irlanda para su noviciado. En 1933, lo enviaron a Roma para estudiar filosofía y teología.
Hizo la licenciatura de filosofía en el “Pontificio Ateneo Angelicum” (ahora Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino de Roma) en 1936 y prosiguió el estudio de teología en la Universidad Gregoriana.
Fue ordenado sacerdote en Roma el 9 de julio de 1939 e hizo licenciatura en teología en 1940. Comenzó el ministerio como párroco de la catedral de Durban donde permaneció hasta 1943 año en que fue nombrado superior del Escolasticado de San José, Cedara, Pietermaritzburg.
Tres años después, el 12 de diciembre de 1946, fue nombrado Vicario Apostólico de Natal y ordenado obispo. Era el obispo más joven del mundo en aquella época. Eligió como lema episcopal Ubi Spiritus, ibi libertas (Donde está el Espíritu, allí hay libertad).
El 11 de enero de 1951, el Vicariato Apostólico de Natal fue constituido en Archidiócesis de Durban y Mons. Hurley fue el primer Arzobispo, de nuevo el más joven del mundo en aquel tiempo. Al año siguiente, fue elegido Presidente de la Conferencia Episcopal de Sudáfrica, cargo que ejerció hasta 1961. Más tarde, en 1981, fue elegido de nuevo Presidente de misma Conferencia Episcopal para un segundo mandato.


Mons Hurley y el Concilio


En 1961 fue designado miembro de la Comisión Preparatoria del Concilio Vaticano II.Él atribuyó este nombramiento al hecho de que Roma tenía información anticuada, pensando que él era Presidente inamovible de la Conferencia Surafricana, cuando en realidad era entonces Presidente el Arzobispo Owen McCann. Parece sin embargo que la razón era la calidad y consistencia de sus sugerencias.
Durante el Concilio Hurley fue elegido miembro de la Comisión para los Seminarios y la Educación Católica. Durante el Concilio tuvo diez intervenciones y entregó cuatro relaciones por escrito.


Mons. Hurley y el ICEL


En 1975, el Arzobispo Hurley fue nombrado miembro de la Comisión Internacional de Liturgia de lengua Inglesa (ICEL), cargo para el cual lo reeligieron hasta 1991.


Mons. Hurley y la justicia social


Mons. Hurley destacó en el campo político-social. Era un opositor acérrimo, abanderado número uno, del apartheid, denunciando abusos y atropellos de los derechos humanos. Se le unirían los Obispos de la Unión Sudafricana y, tras no pocas pruebas, juicios y dificultades de todo género, hizo valer la causa de la igualdad de derechos de todos los ciudadanos, sin distinción de raza o color.


Títulos honoríficos de Mons. Hurley


A lo largo de su vida recibió los honores siguientes:

Doctorados “honoris causa”
Doctor en Derecho, Notre Dame University, Indiana
Doctor en Derecho, University of Natal, Durban
Doctor en Literatura y Humanidades, Catholic University of America, Washington, Doctor en Derecho, St. Paul University, Chicago
Doctor en Sagrada Teología, Santa Clara University, California
Doctor Literatua y Humanidades, Georgetown University, Washington, DC
Doctor en Ciencias Sociales, University of Cape Town, Sudáfrica
Doctorado, Universidad de Leuven (Lovaina), Bélgica
Doctorado, Catholic Theological Union, Chicago
Doctorado, Saint Paul's University, Ottawa


Honores Civiles
Civic Honours, City of DurbanFreedom of the City of Durban
Caballero de la Legión de Honor (Legion d'Honneur) France
Freedom of the City of Pietermaritzburg
Orden del Mérito de la República de Italia (Onorificenza de Grande Ufficiale)
Order of Meritorious Service (1st Class), South Africa


¿Hacia la canonización?


Falta otro “honor” más importante: el honor de los altares…Un grupo creciente de fieles de Sudáfrica está moviéndose con entusiasmo en este sentido. Esperamos que su Causa de Canonización se inicie oficialmente y que prospere, porque Mons. Hurley fue ante todo un cristiano, un servidor de los valores del Evangelio. Este fue el móvil de toda su vida.


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